La identidad sexual se va formando a partir de la sociedad, cultura, creencias y experiencias personales. Además, nuestra identidad va cambiando en el tiempo. El género y la sexualidad son dos aspectos importantes de nuestra identidad.
Nuestra femineidad está estrechamente vinculada a lo que la sociedad espera de nosotras, nuestro comportamiento y hasta la manera de percibir el mundo. Las ideas de cómo una mujer “debe ser”, muchas veces terminan exponiéndonos a situaciones de discriminación y deviolencia.
Por lo general, el estigma social qu471e afecta a nosotras, las mujeres, se da cuando nuestra individualidad no calza con los modelos esperados (estereotipos). Para evitar los estereotipos es necesario respetar las singularidades. Todas las diferencias deben darse dentro de un marco de respeto de los derechos humanos de las personas.
Asimismo, socialmente se ha restringido el pleno ejercicio y goce de la sexualidad femenina, llegándose a creer que mientras los hombres afirman su sexualidad a través del sexo, nosotras no requerimos de la práctica sexual para vivir nuestra sexualidad. Esta creencia, lejos de mostrar la realidad, ha ocultado algo que hoy en día está siendo reconocido por gran parte de la población: tanto los hombres como las mujeres tenemos deseo sexual.
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