EL CARTERO
La mujer está tumbada sobre la espalda, las nalgas en el borde de la cama. El hombre se encuentra arrodillado en el suelo sobre unos almohadones o de pie y la penetra acariciándole los senos y el clítoris. Esta posición puede hacerse también sin el movimiento de vaivén, la mujer atrae hacia ella a su pareja, envolviéndole con sus piernas entrelazadas. Posición muy excitante: ella siente las pulsaciones del pelvis y él las contracciones de la vagina.
LA AMAZONA
El hombre se encuentra cómodamente sentado sobre una silla. La mujer se monta a horcajadas sobre él. Mientras que ella hace movimientos de vaivén, él le mordisquea los senos y guía los movimientos con sus manos. Esta posición es original y estimulante.
LA PIERNA ARRIBA
La mujer tumbada boca arriba, una pierna levantada apoyándola en el hombro de su pareja. Él de rodillas la penetra sujetando con una mano la espinilla de la pierna levantada y con la otra la rodilla de la pierna estirada. La mujer puede acariciar sus senos y los genitales del hombre mientras tanto. Une variante consiste en repetir la postura cambiando de pierna.
SUMISION
La mujer se apoya sobre sus brazos, apoyada sobre el vientre con una pierna plegada. El hombre, sobre ella, se apoya sobre sus brazos en tensión. Él la penetra efectuando un movimiento de vaivén que acentúa el grado de placer. |
LA ADORACIÓN
Ella a cuatro patas apoyada cómodamente sobre sus antebrazos. Él, de rodillas la penetra por detrás. Esta postura clásica resulta muy placentera para los dos. En efecto, permite un penetración profunda que estimula las paredes de la vagina y el punto G de la mujer, además él puede acariciar al mismo tiempo el pecho y el clítoris de su pareja. Esta postura procura igualmente al hombre un punto de vista muy excitante, permitiéndole satisfacer sus fantasías de dominación. Algunas mujeres se pueden sentir un poco humilladas con esa postura. A otras puede producirles dolor. |
NO TE VAYAS
El hombre acostado de lado. La mujer también de lado contra él, la cabeza hacia los pies de su pareja, entrelazándole con sus piernas y frotando los senos contra sus muslos. Él muy estimulado por la penetración y el ángulo de visión, puede durante la penetración acariciar las nalgas de ella e introducir los dedos en el ano de la mujer, zona muy erógena.
UN DOS... UN DOS !!!
Esta es una variante de la clásica y por todos conocida posición del misionero. La mujer tumbada boca arriba, con los muslos separados. Es conveniente poner unos cojines debajo de las nalgas para mejorar el ángulo de penetración. El hombre tumbado entre las piernas de ella, se apoya con sus brazos para realizar un movimiento de vaivén sobre la vagina. Esta posición es estimulante y permite a los amantes mirarse y abrazarse, pero puede resultar agobiante para la mujer que tiene limitados sus movimientos.
ABDOMINALES
Ella, tumbada boca arriba, las piernas plegadas sobre su pecho y los pies apoyados en los hombros de él. El hombre, de rodillas encima, puede penetrarla de manera especialmente profunda, por lo que es importante que la vagina esté suficientemente lubrificada para que no resulte doloroso. Esta postura produce sensaciones muy intensas en la mujer, sobre todo si el hombre eyacula en esta posición.
FLOR DE LOTO
El hombre está sentado con la piernas cruzadas en la cama y la mujer se sienta sobre él a horcajadas. Él dirige el movimiento con sus manos, besando los senos de su pareja.
EL BARCO DE VELA
El hombre se arrodilla al borde de la cama y se acerca hacia la mujer que se encuentra tumbada de espaldas. Él eleva ligeramente las piernas de ella, manteniéndola por los tobillos y realizando un movimiento de vaivén. La penetración es muy profunda, resultando relajante para la mujer y excitante para el hombre ya que es el que domina la situación. En función de la altura del hombre, puede que sea necesario colocar un almohadón bajo las nalgas de la mujer.
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