Para besarte mejor
Los labios son la zona erógena número uno de la mujer. Por eso es que todo comienza con un buen beso. Técnicas para manejar una "guerra de lenguas". Además, cuáles son los errores más comunes al besar.
Todo el mundo recuerda su primer beso. Para algunos fue una gran experiencia y para otros significó una guerra entre lenguas y por qué no un poco de asquito. Pero lo cierto es que desde ese día, hemos aprendido que besar es algo muy personal y muy sensual. Como los labios son la zona erógena número uno de la mujer, es muy importante para el hombre dejar una impresión bastante duradera y erótica en la mujer. Además, si la besás como nunca nadie la besó antes, es probable que termines besando otras partes de su cuerpo más adelante... El besar no consiste en saber maniobrar la lengua en la boca de una mujer sin tocarle la campanilla. Abarca mucho más: los labios, la lengua, los dientes y también el resto del cuerpo.
A darle una mano
Cuando la besamos, es importante que nuestras manos estén bien posicionadas. Mucha gente desperdicia sus manos cuando besa usándolas como simple herramienta de apoyo. Estén donde estén nuestras manos, hay que usarlas. Sosteniendo firme pero al mismo tiempo delicadamente su cara mientras tu lengua está dentro de su boca o humedece sus labios, seguramente va a hacer que se retuerza de placer. También, acomodarle el cabello hacia atrás o simplemente masajear zonas de su cuerpo como la que está abajo de los pechos, puede aumentarle las ganas de seguir queriendo más.
Como besar a nuestra chica es, probablemente, una de las cosas más importantes al momento del sexo, aquí hay unas maneras para que la mujer que nos acompaña nos quiera besar de por vida.
Como en todo orden de la vida, el hombre da lo que le gustaría recibir. Por eso es muy importante prestar atención a la manera en que nuestra compañera nos besa, ya que es probable que así quiera ser besada. ¿Te muerde un poquito los labios o suavemente trata de aspirarte toda la saliva de la boca? Bueno, ¡no hay nada en el mundo como el principio de reciprocidad!
¿Cómo le digo?
¿Ella te besa como si te quisiera atravesar la garganta? ¿O te besa muy rápido, o muy lento o directamente sin lengua? Primero y principal, lo que no se debe hacer es decirle qué es lo que no nos gusta, sino más bien lo que sí nos gustaría. De esa manera, nos aseguramos de no herir sus sentimientos y de evitar que reaccione en forma adversa tirando toda la química del momento a la basura.
Control y duración
La próxima vez que la beses, con su rostro en tus manos, besala como te gustaría que ella te besara a vos. No hay nada en el mundo que sea mejor que uno de esos besos largos, lentos y bien húmedos. Tu chica definitivamente va a sentir la pasión con uno de esos momentos interminables de intercambio de saliva.
Es todo cuestión de técnica
Ahora que hemos descubierto cómo hacer para lograr que ella nos bese como a nosotros nos gustaría, avancemos un poco en la técnica. Porque sí amigos, besar es todo un arte. Lamele la lengua como si lo estuvieras haciendo con su clítoris. A lo mejor ella va capta la velocidad en tus movimientos de lengua y después te chupe los dedos para devolverte el favor.
Explorando el más allá
No seas tímido y te quedes sólo con los labios... hay una cara entera que espera y un cuerpo que también quiere ser explorado. ¿Por qué no besarle su mentón, su cuello o sus pechos? O sus ojos, sus orejas o sus manos. Te va a sorprender los beneficios que trae usar la creatividad al momento de besar a tu compañera. El beso es la llave que abre las puertas no sólo del corazón sino del cuerpo de nuestra pareja. Hace unos años se hizo un estudio sobre el "arte de besar" y resultó que la mayoría de mujeres deciden si dormirán o no con un hombre basándose en las habilidades de besar que tienen ellos.
Errores más comunes
La viborita: tu lengua entra y sale de la boca de tu chica como si fueras una anaconda
El atraviesa-gargantas: el nombre lo dice todo. Tu lenga quiere ir tan lejos que hasta le das arcadas
El buzo táctico: no hacés un break ni para tomar aire
La gran Disney: te quedás congeledado en tiempo y lugar, sin cambiar tu cabeza de lugar o de posición
La cebollita: un horrible aliento puede provocar que tu chica te meta un tic-tac en el medio de los lenguetazos.
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